Por Randal Marquez
Grupo Asesor de Jóvenes
GOYN Barranquilla, Colombia
En los últimos años, la sociedad ha sido testigo del creciente reconocimiento de grupos o movimientos que han sido etiquetados como minorías. Esto ha surgido como consecuencia de eventos significativos que han captado la atención y se han convertido en tendencias, que han generado nuevas narrativas de cambio. Algunas de estas tendencias han tenido un impacto positivo en la sociedad, mientras que otras han provocado sentimientos de odio, resentimiento y estigmatización, creando así brechas que se han arraigado como un problema sistémico que afecta negativamente a todos los sectores de la sociedad, especialmente a la juventud. Por estas razones, considero no sólo pertinente sino crucial abordar este tema.
El término “ninis” se refiere a jóvenes que se encuentran desconectados tanto del ámbito educativo como del laboral, es decir, que ni estudian ni trabajan. Esta situación se debe a diversas brechas sociales y barreras estructurales presentes en cualquier sociedad. Sin embargo, esta etiqueta invisibiliza a estos jóvenes, reduciéndolos a cuatro letras y a simples cifras, sin nombre, rostro o identidad. Sus sueños y metas se ven limitados por la estigmatización asociada con esta categoría, lo cual impacta profundamente en todos los aspectos de sus vidas.
A nivel mundial, hay millones de jóvenes que se encuentran desconectados de la educación y del empleo formal, a pesar de poseer habilidades excepcionales que son desaprovechadas debido a la falta de oportunidades efectivas y la orientación adecuada, entre otros factores asociados. Abordar esta problemática de manera relevante en las esferas y lugares de poder es crucial, ya que se trata de un problema sistémico que requiere un enfoque colaborativo y comunicativo para contrarrestarlo.
Quisiera hacer una pausa para compartir con ustedes una reflexión. Los amaneceres en Mombasa, contemplando el Océano Índico, son verdaderamente hermosos para aquellos que nos levantamos temprano para presenciarlos.
El hecho de que otros no madruguen para apreciarlos no resta en absoluto su belleza. De manera similar, los jóvenes que madrugamos para ayudar a otros jóvenes, vecinos, amigos o incluso desconocidos, brindándoles orientación y apoyo en sus estudios, trabajo o emprendimientos, debemos hacerlo sin preocuparnos si somos vistos o reconocidos. Esto no disminuye en lo más mínimo el valor y la satisfacción de nuestros esfuerzos. Estas fueron las palabras con las que comencé uno de mis discursos ante representantes de diversos países en la Convención Global del GOYN en Mombasa, África, experimentando una mezcla de emociones y sintiéndome pleno al poder compartir lo que más me apasiona.
Fue una sensación inexplicable. Me llamó la atención ver cómo muchos de los presentes, a pesar de no comprender mi idioma, se quitaron los dispositivos de traducción, pero pudieron percibir el mensaje que transmití. Sin embargo, lo que realmente me sorprendió fue que después del discurso, que fue en español, muchos asistentes se acercaron, junto con Brandon Hernández (líder de involucramiento juvenil GOYN Barranquilla y quien me ayudaba con la traducción), llegaron a la misma conclusión: aunque no entendían mi idioma, podían captar el mensaje que transmitía. Ante esto, me quedé sin palabras para responder.
Este momento significativo fue posible gracias a GOYN, las siglas de la Red Global de Jóvenes Oportunidad (Opportunity Youth, su nombre en inglés), y a sus aliados y socios internacionales. En Colombia, gracias al apoyo de la Fundación Corona, al colaborativo de GOYN Barraquilla, a su consejo de gestión, al equipo de trabajo, al grupo de asesor de jóvenes y en especial a Lilian Urueta, Coordinadora de GOYN Barraquilla, tuve la oportunidad de representar a mi ciudad Barraquilla junto a Angie Romero en Mombasa, Kenia.
En noviembre pasado, la experiencia en Mombasa, durante la Convocatoria Global Anual de GOYN, en asociación con su socio comunitario local de GOYN Mombasa, Swahilipot Hub Foundation, fue reveladora.
El tema de la convocatoria de 2023, “Acelerar caminos inclusivos hacia la resiliencia económica”, resaltó historias, prácticas y aprendizajes impactantes que contribuyen a la construcción de resiliencia social y económica dentro de nuestra red, con un enfoque centrado en la voz de los jóvenes oportunidad.
Durante cuatro días, con la participación de más de 350 asistentes y 158 presentadores en sesiones plenarias, grupos de trabajo y presentaciones, la red global compartió sus aprendizajes y perspectivas únicas sobre el poder de la colaboración. Se destacó cómo aprovechar la resiliencia y el espíritu innovador de cada individuo para construir y acelerar vías de subsistencia sostenibles y oportunidades para jóvenes oportunidad en todo el mundo.
Durante toda la convocatoria, se pudo sentir la presencia del liderazgo y la influencia de los jóvenes oportunidad a través de actuaciones dirigidas por ellos mismos y momentos de discursos plenarios que capturaron el verdadero espíritu del poder juvenil y la energía vibrante de los jóvenes líderes de Mombasa.
Destaca que aproximadamente el 65% del total de participantes de GOYN fueron líderes jóvenes, muchos de los cuales viajaron de distintas partes del mundo para reunirse en comunidad y poner en el centro la voz y el liderazgo juvenil en la convención internacional. Para muchos de ellos, esta fue su primera experiencia viajando fuera de sus comunidades locales para participar en una plataforma global; compartieron que esta vivencia fue verdaderamente transformadora y significativa en su desarrollo como jóvenes líderes.
Deseo resaltar los aprendizajes obtenidos en la experiencia de la colaboración en red:
- Construcción de un Movimiento de Movimientos de Resiliencia para el Futuro: se destacó el papel fundamental de los jóvenes oportunidad en la transformación social, reconociéndose como agentes de cambio y proporcionando herramientas para contribuir a la construcción de una sociedad innovadora con oportunidades equitativas, considerándoles como actores fundamentales en la sociedad.
- Aprendizaje y colaboración entre redes: se enfatizó la importancia de la comunicación y el trabajo colaborativo para lograr un impacto colectivo y abordar las problemáticas que afectan a los jóvenes oportunidad. Es crucial que los jóvenes sean partícipes activos en el proceso de construcción y ejecución de soluciones, tratándolos como iguales y reconociendo la importancia del contexto local en el desarrollo.
- Utilización de datos y tecnología para el cambio positivo: se resaltó la importancia de utilizar datos y tecnología para efectuar cambios positivos y medibles. Es esencial que la presencia y las contribuciones de los jóvenes oportunidad, que se ubiquen en el centro de todos los procesos, promoviendo la apropiación social de las metas, acciones y herramientas en aras del desarrollo comunitario.
Finalmente, quisiera compartir lo más impactante de mi experiencia en el viaje. Después de 30 minutos de intercambios sonrientes y conversaciones en diferentes idiomas, los jóvenes presentes abordamos un ferry con destino a Likoni. Al arribar, fuimos recibidos con bailes y tambores, un auténtico despliegue cultural que resonó profundamente con mi ser y mis raíces africanas. En ese momento, sentí una conexión especial, como si hubiera estado allí en otro momento. Resultaba inevitable unirse a la celebración. En la convivencia, nos relataron cómo los jóvenes de esa zona enfrentaban sus desafíos mediante el deporte y la cultura. Comprendí que, a pesar de estar lejos de mi país, Colombia, nuestras similitudes eran notables. Me sorprendió gratamente su alegría, sus sonrisas y la impresionante energía que irradiaban.
Este encuentro me inspiró a seguir adelante, sin importar las limitaciones o barreras que pudieran surgir en mi camino. Likoni se reveló como un lugar lleno de alegría, arte y cultura, donde la música se erige como un lenguaje expresado con pasión: el lenguaje de los jóvenes oportunidad.